Definitivamente.. incautos.

Luego de filosofar, en el artículo publicado por Luís Fernández en el diario El mundo.

Y a diferencia de su muy honorable condición yo si tengo vagina, y sin temor a equivocarme muchas de sus verdades no son más que ideas altruistas de hombres que suelen subestimar los murmullos secretos que guardamos sigilosamente en nuestro cofre de mujer y que no solemos desvelar.
De existir esa cita, originada de un previo conocer a esa persona aunque sea tras un cruce de mirada, y que despierte el deseo de sentirlo en la piel.
Seguro y según lo que despertara en mi ese galán, tomaría un rico baño, cubriría mi cuerpo con una crema que le despertara el deseo de comerme y degustarme como un chocolate.
Un aceite almizclado en la zona del cuello, entre senos, ombligo, dobleces internos de las articulaciones e ingle, para despertar en el todo un tornado de deseos y un destilar de feromona dejando en evidencia el rastro descendiente de dónde esta hembra desea sentir sus, labios, su lengua, sus deseos y caricias.
Aromas que en ningún momento tapen el olor natural de una femina destilando su sublime esencia, ambientando la seducción misma, encendiendo la química del que pretende poseerme.
La ropa interior más caprichosa que tengo, bien negra o blanca de suave encaje y evidente transparencia, escogida cuidadosamente según el tono de piel que tenga en el momento.
Ya que suelo frecuentar la playa y adquirir un tono de piel color canela.
Unas medias color cristal y un vestido ceñido al cuerpo dónde cada contorno curvilíneo hace estremecer la piel ante la mirada de cualquier hombre, un decote dónde la redondez de los senos mantiene atenta la mirada enardeciendo el deseo a descubrirlos.
Esos zapatos negros de tacón fino, que hacen resaltar toda la feminidad de unas piernas de mujer bien torneadas.
A modo de provocarle el deseo de recorrerlas dejando en ellas un rastro hecho de labios y lengua, y desear estar entre esas piernas largas arropado por ellas mientras sacia su sed en dónde ambas se unen...

Un maquillaje discreto que resalta el brillo de unos ojos, que atrapan la mirada y a las vez expresan el deseo por si solo.
Un color de labios sutil, despertándole toda la fantasía posible de dónde desea sentir esos labios, esa boca.
Y a la vez segura de que ese apuesto caballero igual que yo, se vestirá delante del espejo a modo de impactar la hembra que desea conquistar y cubrir, mirándose una y otra vez, rasurado con una loción o bien un alter shave, impregnándose de su mejor colonia,
Así ambos trajeados de luces, galas y encantos, a modo de desplegar sus mejores armas de seducción concurren al encuentro.
El seguro de impactar, yo con la certeza de que al verme se le hará un nudo en la garganta, que tragara con la boca seca, pues jamás imagino ver esa hembra destilando todos sus encantos, los que suele minimizar en el trajear cotidiano de unos jeans y una franela.
Essa mujer jamás permitirá unos escasos 13 minutos de apremio, Pues ha desatado total pasión en el hombre que arde por descubrirle el cuerpo y poseerla.

Hacedora de seducción sabrá cuando detenerse, para reiniciar el preludio, pues lo que menos pretende es colapsar ante un orgasmo a modo de aquí te pillo, aquí te mato.

Envuelta del deseo, desnudando la magia del instante, ante un tropel de besos y caricias, un preámbulo extenso, dónde en la cresta del placer sabe recular para retomar el juego erótico, que desespere al hombre que desea, en cada intento atraparlo en el placer que en su piel transpira convulsionando ambos ante tanto placer, sabiendo evitar el deseo innato de intentar penetrar en mi entrañas, y al instante permitirlo en un juego de entradas, sin dejarle permanecer por largo tiempo, pues ese volcán irrefrenable desea hacer erupción.

En cada recular encenderle la piel y las emociones enloquecerlo por lograr su premio.
Más si de feromonas hablamos, instinto primario, carente de sentimientos que no se avienen en ese contacto íntimo, pues en la mirada no tropezaras jamás con el cristal tallado irradiando el espectro de luz sublime que sólo es posible en lo excelso de los sentimiento, evidenciando tan sólo ese encrespar del morbo mas lujurioso.

Y cual hembra deseosa de placer siempre atenta a las sensaciones que emancipo al sólo ermitirte permanecer instantes dentro de mi, pues se que ese juego de la entrada, en el que crees someterme tan sólo te enloquece y te enciende el deseo de penetrarme hasta el alma y estallar de gloria.
En ese lecho casual carente de sentimientos es osado el hombre que imagina que una mujer, esboce en su mente compromisos, o cercanías efímeras.
Creo que más bien esa mujer pretende alargar el instante entre orgasmo y orgasmo, antes de sucumbir a éxtasis total, para luego reposar en unos brazos que tendrán el encanto de la pasión vivida.

Alcanzando los álgidos picos de emoción deteniéndose en cada ascenso de ellos para una vez más renacer en cada palpitar.
Seguro, Hombre y mujer piensan distintos, mientras el hombre piensa en los hechos, las mujeres buscamos el porque de ellos.
Y aunque le cueste reconocer a los hombres, la inseguridad ante una relación es materia de dos, ninguno es invulnerable a los temores engendrados en nuestras raíces, y tabúes, fuimos educados de modos diferentes para fortuna de Ustedes.

No se si las generaciones presentes corran con la suerte del pasado, la mujer de hoy están criadas para otro fin.

Mas que el procrear y gobernar una casa, fue educada para la profesionalización el competir y liberalizar en un mismo rol.
Creo que si antes el hombre pretendía elegir a la mujer de sus sueños, hoy debe de luchar por ella, mismo para el simple y puro acto instintivo del copular.
La mujer suele ser más estratega que el hombre mismo, y solo concluyo que de tener que entrar en una casa protegida de feroces y asesinos perros, solo necesito de una perra en celo para desalojar el recinto. Y entrar en ella sin ser sobresaltada.
Y amigo, con una vagina se tienen todos los penes que se desean tener, mas un hombre solo tiene la vagina a que se haga acreedor.