lunes, 26 de mayo de 2008

Vivir es la diadéma del guerrero.

Subo a lo alto, para divisar el mundo desde la colina, dónde solo el viento sabe entonar los sonidos, darme las respuestas que pretendo encontrar de la vida.
Alzo los brazos y dejo que sea el viento que agite mis cabellos, siento el roce de sus caricias eternas, respirando hondo, sintiéndome halcón en vuelo, abrazando la libertad.
Miro el mundo desde lo lejos, y me siento inmensa en las alturas, el viento pareciera querer llevarme en vuelo libre, una nube blanca de cuando en vez, pretende ocultar el sol de mi mirada, pero siempre un rayo traspasa su frágil e incorpórea esencia, para acariciarme y hacerme sentir su calor en la piel.
Miro al infinito y contemplo el águila calva que sobrevuela el cielo, deteniendo el anadear de sus alas cediéndose al viento en la seguridad de no caer en picada.
Es cuando dejo de ser solitaria para sentirme envuelta de su mágica aurea, reposo mi cuerpo sobre la roca contemplándola con honda admiración, admiro su constancia y su temple, su entereza y arrogancia, más sobre todo admiro su confianza entregada en la onda cálida que la mantiene en círculos sin descender un milímetro.
Aprender de ella, es desgranar la esencia de la vida misma, y ante su retirada en exilio, dónde su cuerpo transforma rasgándose el pico, arrancándose las plumas, removiéndose las uñas, brota del dolor que rasga el alma y las entrañas, un águila nueva con sus recuerdos eternos, sin dejar de ser la que airosa águila que surco el cielo diciéndome en su lenguaje corporal. No hay dolor más intenso, ni perdida mayor. QUE MORIR CADA DÍA, SIN INTENTARLO DE NUEVO, CONVIRTIÉNDOSE EL VIVIR EN LA DIADEMA DEL GUERRERO.

0 comentarios:

Quienes dejan Huella día a día con su presencia....

glitter fairy Pictures, Images and Photos