Tú puedes...eres guerrero (a).

Soy alguien que como tú en algún momento de su vida sintió el suelo como techo, y el infinito distante inalcanzable, sentir la piel enlamada ante tanto fango.
Creo que aceptar el desanimo como algo natural que podemos sentir, es un inicio al cambio. Esas ganas de desaparecer del mundo... pues creemos no importarle a nadie, y hasta que puede que tengamos razón, pero nada de esas cosas son tan fuertes como para tomar la determinación de no vivir más.
“No hay enfermedad que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista”; así reza un refrán popular; y menos aún un problema o una dificultad, y si hay una tormenta aleteando en nuestras vidas también es cierto que vendrán días mejores, hasta nos admiremos de cuan fácil fue remediar dicha situación
Hay soplos tan rudos que pareciera que fuéramos a desmoronarnos, y mismo así siempre algo nos ayudará a alzar nuestro cuerpo del barrial donde se encuentra. O tan sólo alguna razón nos mantendrá firmes ante tanto sismo en nuestras vidas.
Debemos enfrentar las situaciones o problemas, jamás evadiéndolos será la forma de resolverlos, pues siempre quedará ese evento inconcluso aguardando preguntas, respuestas o solución tal vez.
Cueste lo que cueste debemos ser guerreros de la vida, pues formamos parte de este componente, de este batallón humano, y seguro lo que debimos hacer, nadie más lo hará.
Si algo te perturba realmente y luego de enfrentar el problema, no hay la solución, pues no te mortifiques, déjalo, tan sólo no te convendría, si depende de una tercera persona y no solventa contigo dicha situación como desearías que sucediera… entonces tan sólo déjalo pasar, tal vez por lo que luchas no sea tan tuyo como lo creías; o tan simple como que no te ajustaba pues te hubiese traído más trastornos a la vida.