Hoy hago un alto a la poesía....

Hoy hago un alto a la poesía, e elevo un grito a la cordura
hoy detengo las palabras hermosas que hacen del mundo azul.
para teñir de gris el panorama de destinos que más que depender de las manos de Dios
dependen del hombre, de sus ambiciones, de su codicia.
hoy tengo miedo, y miedo no a la soledad que la considero mi mejor amiga
hoy tengo miedo por lo que nos pueda suceder, por la falta de mesura
por las frases que más que apaciguar ánimos los encienden.
lo que para unos es Bandera, para otros en la humillación, la desidia, la Muerte misma.
Veo con preocupación la nube de tormenta que se nos centra el un espacio común
pueblos que más que hermanos han intercambiado lazos familiares.
Quien le pregunta al de a pie, que pensamos, que queremos o pretendemos,
hoy siento miedo, pues prefiero en instantes decir no deseo combates
Que morir y ver morir a inocentes.
De las contiendas nunca nada florece y tarda el suelo nuevamente en germinar.
Miro Bombardeos hechos bajo las noches oscuras, a modo que nadie los visualice
Masacres justas o no, pero honores mancillados. Odios personales, llevados a la contienda política. Y creo que en una sola voz gritaríamos. NO A LA VIOLENCIA.
No al secuestro, no a los terroristas, no a las guerras, no al narcotráfico.
Pero creo que en ocasiones los gobiernos defienden más que a un pueblo, sus ideales personales.
Cada país debe ser sin duda alguna respetado, jamás violentado bajo cualquier pretexto, pero también los no involucrados deberíamos mantenernos silenciados y no encender hogueras.
Desde niña temí a las guerras, a las contiendas, siempre decía si el problema es de ellos, porque no se enfrentan a golpe limpio, porque afrontar soldados que ven perecer hermanos, o extraños que jamás les han hecho nada.
Cuantos hijos de ecuatorianos residen en Colombia, cuantos hijos de venezolanos viven en Colombia o viceversa.
No puedo imaginar un enfrentamiento armado donde los mismos hermanos, rifle en manos se enfrenten.
Clamo a la mesura, a la conciencia. A la Mano de Dios que nos cubra con su luz, y que esto que hoy los ignorantes como Yo en la Política tememos, no sea más un capitulo sin final trágico.
Un segundo sin poesía, pues soy humano como cualquier otro. Y temo algo peor….