Soledad aprendí abrazarte, tornándote mi amiga y consejera, mostrándome lo que observando con detenimiento aparente nunca vi realmente.
Cubres mis oídos, alejándome del bullicio ensordecedor de mil personas, que sin saber a donde van tan solo me perturban.
Amiga que me haces llorar, estremecer devolviéndome la calma. Me confrontas con los recuerdos dónde sentí la compañía de quien compartió un lapso de tiempo, los alejas como quien exorciza mil demonios, recordándome que en los momentos más difíciles siempre has estado a mi lado.
No te culpo de mis ansiedades, ni acometo verte como mi agresor, te siento como el vacío que de pronto se llena para suavizar mis tristezas.
A ti soledad eterna amiga incondicional siempre presente, juntas crecemos en instantes donde el alma emerge, quiero decirte que entres, que estés, que sigas siendo.
Déjame reclinar mi cabeza y cuerpo cansado, abrazándote con la intensidad de un niño, que suplica un cuento evocando sueños, hadas de encanto, enséñame el lenguaje de las ausencias, iluminando siempre mis verdades y veredas olvidadas. Desempaña, los cristales que uso para ver, desgranando los temores ante tu presencia.
Cubres mis oídos, alejándome del bullicio ensordecedor de mil personas, que sin saber a donde van tan solo me perturban.
Amiga que me haces llorar, estremecer devolviéndome la calma. Me confrontas con los recuerdos dónde sentí la compañía de quien compartió un lapso de tiempo, los alejas como quien exorciza mil demonios, recordándome que en los momentos más difíciles siempre has estado a mi lado.
No te culpo de mis ansiedades, ni acometo verte como mi agresor, te siento como el vacío que de pronto se llena para suavizar mis tristezas.
A ti soledad eterna amiga incondicional siempre presente, juntas crecemos en instantes donde el alma emerge, quiero decirte que entres, que estés, que sigas siendo.
Déjame reclinar mi cabeza y cuerpo cansado, abrazándote con la intensidad de un niño, que suplica un cuento evocando sueños, hadas de encanto, enséñame el lenguaje de las ausencias, iluminando siempre mis verdades y veredas olvidadas. Desempaña, los cristales que uso para ver, desgranando los temores ante tu presencia.
0 comentarios:
Publicar un comentario